Las petit écolier son unas galletas con una lámina de chocolate por encima. Yo las he hecho de chocolate negro y blanco.
Mi receta para galletas de mantequilla y vainilla la podéis encontrar aquí. Para que las galletas sean más finitas que las que suelo hacer, he usado el rodillo que utilizo para alisar el fondant, poniéndole las guías moradas (la altura es de unos 3 mm.).
Para que la masa no se pegue en el cortador (que la verdad, es un poco antipático), la masa tiene que estar muy fría, y es recomendable espolvorear el cortador con maizena (o harina).
Para una docena de galletas necesitaréis 200 g. de chocolate fondant. Se derrite en el microondas, con pequeños golpes de calor (entre uno y otro, se remueve con una cuchara para que no se pegue). Cuando esté líquido del todo, se pone una cucharadita en cada molde, se extiende bien y se meten en el frigorífico una media hora. Pasado este tiempo, se desmolda con cuidado, y para pegarlo a la galleta, bastará con un poco de chocolate derretido y vuelta al frigorífico a que se endurezca.
Como véis, está chupado, y el resultado son unas riquísimas galletas de chocolate, ideales para el desayuno o la merienda :)
¡¡Madre mía, y con un Nespresso, ya te puedes moriiiir!! |
O también, para regalar. Seguro que vuestros familiares o amigos os lo agradecerán profundamente ^_^
"Petits" baisers! xxx